Mucho más que lo esperado

A las 7 y cuarto de la mañana de ayer, en un amanecer lluvioso juninense, partimos ansiosos rumbo a Bonifacio. Llevábamos la expectativa natural de ser convocados desde tan lejos para acercar un poco de conocimientos y algunos consejos para los chicos de esa localidad. Mientras recorríamos los 310 km que nos separan de Bonifacio , el sol se asomó y tuvimos un día fantástico. Llegamos alrededor de 9.30 gracias a la pericia conductiva de nuestro jefe. Bonifacio es un pueblo muy bien cuidado de 2000 habitantes (aproximadamente) con lindas casas (una de estilo inglés alucinante) y vecinos atentos que nos orientaron sobre cómo llegar a la escuela (gracias Ana).
Nos recibió la directora de la Escuela Media, Dora Torres, y sus colaboradores, gente muy cálida y muy amable que enseguida nos hizo sentir como en casa. Todo esto se daba en el marco de unas jornadas donde también pudimos ver un muy buen trabajo de concientización sobre Dengue llamado "Sálvese quien sepa". Luego nos dirigimos al SUM. Ahí nos esperaban 10.30 alrededor de 100 chicos fantásticos generando rápidamente una fluida simpatía que enmarcó la exposición de la primera parte (que casi siempre abarca la anatomía y la forma en que funciona el aparato sexual). Entre risas y consejos de viejo, llegamos al mediodía. Nos esperaban unas ricas empanadas y el don de gentes de Dora y su equipo. Algunos se dirigieron a conocer la Laguna Alsina y todos, en distintos momentos, asistimos al taller de tango. Resulta increíble ver lo bien y con cuánto entusiasmo bailan tango chicos y chicas entre 11 y 16 años. Francamente conmovedor. Es más... El más viejo pidió aprender un par de pasos, pero... un desastre.

Luego vino la segunda parte de la charla, que nos dió la satisfacción de que los asistentes no tenían la obligación del horario de clase y, sin embargo, había mucha gente (algunos padres saludablemente colados). Finalizada la exposición con el cierre de un juego para sensibilizar sobre la necesidad de ser responsables e impedir que el azar decida nuestros destinos, al menos en lo referido a sexualidad, respondimos muchas y muy buenas preguntas y recibimos unas hermosas lapiceras como obsequio. Nos costó mucho despedirnos de esa gente tan cálida, gentil y cariñosa.
Con promesas mutuas de subir comentarios al blog (ya que por este medio nos conocieron) y venir al V Congreso como invitados especiales por parte de ellos, y de volver con otra charla el año que viene de parte nuestra, dejamos Bonifacio con una serena alegría y el orgullo de imaginar que estamos por el buen camino, si nuestro trabajo nos permite conocer gente tan maravillosa.