9.17.2010

Y llegamos a la UP Nº 13







En un clima con cierta tensión al principio, de la mano de la Profe Mónica Ochoa, comenzamos hoy el intercambio con internos de la UP Nº 13. Y cuando decimos intercambio, no es una forma de quedar bien, políticamente correcta, pero vacía de contenido en los hechos, conservando todo el poder desde el saber de un solo lado del mostrador... SIEMPRE aprendemos algo. Esta vez, por ejemplo, cuando renegábamos de que sólo en el medio privado se permitía la presencia de los padres en el momento del parto, un par de muchachos en situación de encierro nos dió la alegría de enterarnos que en el Posadas o en otro hospital del segundo cordón del conurbano (no puedo recordar bien dónde) sí se hacía, lo que significa un avance interesante contra algunas discriminaciones que, aún hoy, persisten entre nosotros.

Y cuando decimos cierta tensión, nos referimos al desconcierto que nuestra manera de manejarnos despierta entre algunos auditorios, pero que, una vez que se ríen por tercera o cuarta vez, deja lugar a una confianza difícil de describir. Al fin y al cabo, nuestra apariencia y nuestro trato, escapan un poco del paradigma de los profesionales que toda la sociedad tiene en su inconsciente colectivo.

Una vez más, la alegría para hablar sin hipocresías, sin prejuicios, despojados de cualquier acartonamiento, da lugar a una intensa comunicación. De eso se trata, precisamente. De comunicarnos. Y crecer.

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